lunes, 27 de septiembre de 2010

Letras existencialistas



Las novelas existencialistas me gustan bastante, sobre todo las escritas por Albert Camus y Jean Paul Sartre, ambos acreedores al Premio Novel de Literatura en 1957 y 1964, respectivamente; Sartre lo rechazó. Es inevitable perderse placenteramente entre las páginas de El extranjero, de Camus, y La náusea, de Sastre. Aunque también es muy cierto que este tipo de literatura puede llegar a ser un poco deprimente; tal vez ese sea su fin, tal vez no, pero las letras existencialistas suelen, por lo general, ser tristonas y reflejar una realidad cruda y pesimista. Aun con todo es gozoso leer y releer a estos dos escritores y filósofos franceses.
Bueno, pues acabo de leer un libro existencialista latinoamericano basado en las memorias inéditas del escritor colombiano Andrés Caicedo. Estas memorias fueron escritas por Caicedo en una especie de diario que llevaba para, al parecer, buscar una especie de catarsis debido a su adicción a las drogas, a la profunda depresión que padecía y a su oscuro pesimismo. La obra se titula El cuento de mi vida. El libro está escrito muy al estilo de Sastre y de Camus y es bastante deprimente; quizá Caicedo logre que uno asimile y se hunda en su depresión mucho más que en otras páginas de este tipo debido a que no se trata de ficción, si no de la realidad vivida a través de sus pesimistas sentidos.
Hay que reconocer que Caicedo conocía y practicaba en forma excelente el oficio de escritor, pero en cuanto a letras existencialistas prefiero quedarme con las de Camus y las de Sastre. No es que yo practique un malinchísmo latinoamericano, ni mucho menos; me gusta el estilo de Caicedo, pero no comulgo con su forma tan oscura, trágica y depresiva de ver la vida. Caicedo se dejó llevar tanto por su filosofía existencialista que acabó por suicidarse cuando tenía una vida y una carrera literaria, seguramente con mucho éxito, por delante. Considero que vale la pena leerlo, siempre y cuando no seamos muy susceptibles de caer en la influencia depresiva envolvente que tienen ciertos escritores cómo Caicedo, al menos que después de cada sesión de lectura de este tipo de obras se tenga a la mano algún material de Alex Dey. En su tierra, así cómo en todos los países a donde ha llegado su obra, Caicedo es objeto de culto y toda una leyenda.

Enseguida de este post, y en orden del más reciente primero (arriba), dejo la reseña de las deprimentes memorias de Caicedo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario