domingo, 20 de junio de 2010

Carlos Monsiváis, otro grande que se va


Ayer por la tarde falleció Carlos Monsiváis a causa de una insuficiencia respiratoria que lo tenía en el hospital desde hace dos meses.
A Carlos Monsiváis lo escuché nombrar cuando algún compañero de estudios literarios mencionó lo mucho que le gustaban sus críticas al gobierno y a la política en general. Y cuando se me presentó la oportunidad de volver a hojear El Siglo de Torreón un domingo por la mañana, busqué su columna: lo encontré, lo leí y me gustó. Me gustó mucho su forma de escribir bastante intelectual, un tanto popular y llena de un sarcasmo ácido y directo. De allí en adelante no me perdía sus líneas domingueras fin de semana tras fin de semana, hasta que un día no apareció su columna en la sección editorial. Fue entonces que me enteré de que se encontraba en el área de terapia intensiva de un hospital de chilangolandia.
La esperanza de que se recuperara me acompañó todo este tiempo, desde que él cayó en cama. No dudo que Don Carlos luchó, pero al final pudo más la enfermedad.
Pareciera que Monsiváis se fue en busca de Saramago para juntos realizar el último viaje. Buen viaje, Don Carlos.

viernes, 18 de junio de 2010

El último viaje de José Saramago


Se nos fue José Saramago. Partió con 87 años transitados en esta tierra y con todas sus convicciones ateístas, las cuales le granjearon el odio de varias religiones, sobre todo el de la Iglesia Católica, que condenó libros de él cómo El Evangelio según Jesucristo (1991) y Caín (2008).
José Saramago participó, aun sin creencia religiosa alguna, en causas humanitarias, y con su pluma siempre denunció lo que vio de injusto en sus numerosos viajes por el orbe. Nunca fue devoto de alguna creencia, pero ¿Qué cuenta más? ¿Ser devoto y un hijo de la tiznada con nuestros semejantes o ser ateo y ver por los demás sin siquiera un dejo de discriminación?
El Maestro José Saramago ganó el Premio Novel de Literatura en 1998.
No se imagina cómo lo vamos a echar de menos, Maestro.

viernes, 4 de junio de 2010

Clamor colectivo


El correo electrónico es un medio de comunicación que se ha hecho indispensable, imprescindible e inseparable de la vida y la productividad en la mayor parte de las empresas, pero también es un medio de comunicación que, cómo todos los avances tecnológicos, puede desperdiciarse y puede hacer que desperdiciemos el tiempo. Verbigracia: toda la basura que recibimos a diario en nuestro buzón de entrada, toda la basura que despachamos a diario con solo dar un “clic” en la dirección de correo electrónico de cada uno de nuestros contactos, y por si nuestro hobby como pepenadores y repartidores de información inútil y cosas inservibles no fuera suficiente, perdemos el tiempo actualizando nuestro perfil en el blog que ya casi todos los emails gratuitos ofrecen para que nuestros contactos y conocidos nos conozcan más, así como para que a su vez nosotros podamos saber más de ellos, que importa que todo lo que subamos, y todo lo que ellos suben, sea mentira.
Algo que ya me tiene hasta la progenitora son las famosas cadenitas; que si mandas este correo a 20 personas, tendrás mucha suerte y una buena noticia en “x” número de días, pero si no lo haces te ira de la trastada. Cuando recibo algo de esta basura virtual inmediatamente borro el mensaje sin siquiera comenzar a leerlo.
Ayer recibí de un conocido un correo electrónico que de no ser porque llamó mi atención el título en negritas, lo hubiese borrado de mi buzón virtual de un dedazo. El mensaje se titula Carta de una mujer de Torreón a Felipe Calderón; leí completa la misiva dirigida al máximo mandatario de nuestra baleada patria y me llegó, me llegaron las líneas de la autora anónima que clama por que la seguridad, la paz y la tranquilidad vuelvan a Torreón, Gómez y Lerdo. El clamor de la mujer a quien achacan la carta es el clamor colectivo de todos los que vivimos en La Laguna; y no solo de todos los laguneros, el clamor es de todos los mexicanos. Voy a permitirme subir la carta en este post, y que Dios nos agarre confesados. Dejo el texto tal y como lo recibí, con la ortografía y la puntuación de origen. Aquí va.

C. FELIPE CALDERON HINOJOSA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
RADIO Y TELEVISION
AMIGOS Y CONOCIDOS
Torreón; coah. a 30 de Mayo de 2010.
Alzo la voz y grito a los cuatro vientos; para hacer de su conocimiento que estoy pasando los peores días de mi vida. No doy crédito a lo que mis ojos ven, a lo que mis oídos escuchan, a lo que mi boca pronuncia; no doy crédito a lo que mis manos han dejado de hacer; al odio, resentimiento e impotencia que ha acumulado mi corazón.
Sobre todo a la impotencia que siento al no poder hacer nada, ante el miedo con el cual los laguneros vivimos, ver como la economía de la ciudad esta por los suelos, el como la juventud ha decidido esconderse en su casa, evitar todo tipo de diversiones fuera de ella, las calles vacías a partir de las nueve de la noche, restaurantes y bares cerrados, todo gracias a la ola de inseguridad por la cual pasamos.
Quiero invitarlo a usted y a su familia a pasar unos días en Torreón; a hospedarse en el Hotel Holiday Inn de Independencia; para que durante la madrugada escuche por mas de cuarenta minutos como policías y sicarios luchan por sus vidas; entre disparos, bazucasos y granadas. Lo invito a dar un paseo por la ciudad; para que sus ojos presencien como en los semáforos; delincuentes a mano armada bajan a las personas de sus vehículos, y como los carros vecinos huyen del lugar, sin poder ayudar a las personas agredidas por el miedo.
Invito a su esposa; la Sra. Margarita a la próxima fiesta infantil de mis hijos, para que escuche las amenas platicas en las que más de diez asustadas mamas participan en cada mesa. El tema central es la inseguridad, se habla de cómo bajaron de su carro y golpearon a la tía de fulanita en plenas doce del día en el estacionamiento de un supermercado; de la cantidad imparable de balazos y los minutos eternos que pasaron escuchando por la noche en la última balacera; de cómo corrías a recoger a tus hijos después de recibir la noticia de que hay una manta colgada por el periférico que dice “que 5 niños de diferentes colegios de la ciudad serán secuestrados”; de las llamadas de extorsión que recibes a diario del secuestro de tu vecino.
A sus hijos los invito a participar en el último simulacro en el que mis hijos participaron en el colegio; se me hace un nudo en la garganta y no puedo evitar que las lágrimas se rueden por mis mejillas al recordar como mis hijos me contaban de lo que había tratado el simulacro….
De cómo su maestro cerraba con llave la puerta del salón y tapaba con papel la ventana de la misma; de como pecho tierra tenían que llegar hasta el closet del salón y esconderse rápidamente y sin hacer ruido, de cómo debían sentarse todos amontonados y tapar con sus manos sus ojos; mamá dijo mi hija de 6 años “estaba prohibido empujarse, también hacer ruido y destaparse los ojos, dos de mis compañeras se pusieron muy nerviosas y lloraban mucho, mi maestro las tuvo que abrazar y meterlas debajo del escritorio”.
Lo invito a mi casa; para que vea como mi hijo de 7 años corre todas las madrugadas a dormir a mi cama desde hace tres semanas; como llora recordando la plática de sus amigos hablando de pura delincuencia y balaceras, de cómo me dice “mamá, lo que se oye son balazos?”…..se me hace injusto, que mi hijo no tenga un sueño placentero; que viva con miedo y no hable de juegos….Lo invito a caminar junto a mi esposo, del estacionamiento al trabajo y tener que correr en plenas 9:00 de la mañana por que policías y ladrones se dan de balazos a menos de 50 metros de donde esta el.
Lo invito a mi ciudad; para que vea como tres ciudades hermanas se separan por la ola de violencia, miles de personas con temor de ser asaltados, secuestrados, baleados, o incluso por temor a morir ya no van de una ciudad a otra.
Sr. Presidente; mientras usted y su gabinete andaban de jira por países europeos, intercambiando banderas; durante su visita a Estados Unidos; y sus reuniones y cenas de gala con el Presidente Barack Obama.
Torreón estaba de luto; los corazones de los laguneros estaban tristes…nueve madres recibían la noticia de la muerte de sus hijos; y mas de diez iban directo a la sala de urgencias de los diferentes hospitales de la ciudad…En la madrugada de ese día; durante la inauguración de un bar, tres camionetas llegaron a balear el lugar, sin importar que la mayoría de la gente que estaba en el lugar eran jóvenes inocentes y estudiantes modelos con una vida por delante y que en ese momento terminaba de tajo.
No es la primera vez que pasa; pues meses atrás pasamos por lo mismo; al recibir la noticia de lo sucedido en el Bar Ferri, donde otros tantos jóvenes y trabajadores del lugar, incluso transeúntes… perdieron la vida.
Alzo la voz y grito a los cuatro vientos, para que esto termine!!!
Alzo la voz y grito a los cuatro vientos; para pedir la paz!!!
Alzo la voz y grito a los cuatro vientos; para pedir a todos los Laguneros de las tres ciudades hermanas que no nos callemos y unamos nuestras voces hasta que usted nos escuche…Sr. Presidente Felipe Calderón, en esta ocasión he hablado por mi, por mi sentir, por mi sufrimiento, pero estoy segura que miles de laguneros sienten y viven lo que yo. Por favor, escuche mi voz, escuche mi petición…..
Creo fielmente en lo que usted dijo durante la ceremonia de máximos honores militares a los 12 caudillos insurgentes y aplaudo sus palabras, por tales motivos las anexo a mi escrito:
"México es un país soberano, libre y capaz de elegir su propio destino, así como una nación democrática en la que existen toda clase de opiniones".
“Existe libertad de opinar, de criticar, de sentir, libertad de organizarse para luchar por las ideas, libertad de elegir a los gobernantes y representantes”.
"Se cuenta, con un sistema político de peso y contrapeso que equilibra el ejercicio del poder y que es el antídoto más eficaz de las decisiones arbitrarias".
"Son muchos y vivos los motivos por los que “nos sentimos orgullosos de ser mexicanos, orgullosos de nuestros héroes, de nuestras raíces y de nuestra historia”.
“Nos ha tocado vivir en esta Patria independiente y tenemos el privilegio de vivir por ella, de luchar por ella, de engrandecerla, de protegerla, de construirla día con día, cada quien en su trabajo, en su escuela y en su servicio”.

No permita que crea que sus palabras son parte solo de un discurso, y que mi carta sea una petición mas sin cumplir.
Sin más por el momento, le agradezco el tiempo que se tome en leerla, y espero tener suerte de poder hablar con usted.
Dios lo bendiga a usted y su familia.