lunes, 31 de agosto de 2009

El blog de un Premio Novel


No hace mucho tiempo, traté en este espacio virtual el tema de los blogs, como es que existen de todo tipo, y con los más diversos contenidos que uno pueda imaginar. Un blog que me parece muy padre es el del escritor lagunero Antonio Rodríguez, cuyo seudónimo es Frino. Las notas que Frino publica en su blog (http://www.cortandorabanos.blogspot.com/) son muy interesantes y tratan generalmente de cultura, sobre todo de música y literatura. Frino sigue, como la mayor parte de los blogeros, varios otros espacios similares al suyo (o incluso no tan similares), entre ellos, uno que llamó bastante mi atención: El cuaderno de Saramago (http://www.cuaderno.josesaramago.org/). Si conoces un poco sobre la literatura que cuenta con un grado muy alto de calidad, seguramente ya sabes de quien es este blog. Sí, así es, del Premio Novel de Literatura Portugués, el escritor José Saramago.
Te recomiendo bastante este espacio del autor de El viaje del elefante; al leer algunas de sus notas, te darás cuenta de el porque Saramago ganó el Premio Novel de Literatura. Saramago maneja su blog en forma de diario, un diario muy, pero muy interesante y muy estético en su contenido. No dejes de darle un vistazo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Simios al volante


No hay nada más estresante para mí que los momentos que paso cuando conduzco mi auto. Las personas dejamos sacar lo peor de nosotros con el modo y la forma en que nos manejamos detrás del volante, al ser responsables del vehículo automotor que tenemos en las manos y en el que olvidamos precisamente eso: que somos responsables de todo lo que ocasionemos montados en nuestro carro, camioneta, camión, tractocamión, incluso si no tenemos más que una motocicleta o una bici. Pero parece todo lo contrario, que el responsable no es quien conduce, si no la maquina conducida, así que no hacemos alto cuando debemos hacerlo, rebasamos por la derecha, damos vuelta en “U” donde no está permitido, nos vamos de largo aunque la luz del semáforo ya se encuentre en rojo, hablamos por el teléfono celular mientras realizamos nuestras peripecias al volante (porque déjenme decirles que hay tipos, y tipas, que no conformes con ir a toda madre hablando por el celular, todavía cometen crudas y graves violaciones al reglamento de transito), presionamos al que va delante de nosotros para que acelere aun cuando circula por el carril de baja velocidad, cambiamos de carril como si no hubiese más auto que el de nosotros: sin marcar la luz direccional correspondiente y sin importar quien venga sobre los demás carriles, detrás y muy cerca de nosotros; no puede faltar el clásico de clásicos: Las señoras, y lo señores, que creen que porque van a recoger a sus hijos al colegio, tienen el derecho de estacionarse en doble fila hasta que el infante suba al vehículo. Muchas veces pensamos que por traer una camioneta grande y alta, podemos hacer con más libertad lo que nos venga en gana, incluso al grado de intimidar al resto de los conductores que poseen un auto. Ya no se diga de la mayor parte de las personas (si es que así se les puede llamar, porque no merecen el calificativo) que conducen un taxi, un camión del trasporte público, un camión para transportar personal de alguna maquiladora, un trailer (definitivamente los dueños de estos vehículos pesados no contratan a personas para el puesto de chofer, he conjeturado que están autorizados por alguna entidad gubernamental corrupta para contratar algún tipo de simios, ya sea gorilas o cuando menos chimpancés), y cualquier tractocamión, abusan indiscriminadamente del poder que les confiere la tremenda mole de la que debieran ser responsables, pero parece que les pagan por cada accidente que provoquen, como si los motivaran, con algún incentivo, a que si hay muerte y destrucción, mejor.
Hacemos todas estas cosas, y muchas más, como echarle encima el vehículo a un peatón, no importa que se trate de una viejecita; casi podría jurar que no importa que se trate de nuestra propia madre, al fin y al cabo cuando conducimos parece que no tenemos. Y por si todo esto no es suficiente, tratamos como idiota, como tonto o como retrasado mental a todo aquel que no es tan vivo e inteligente como nosotros, y hasta lo hostigamos para que también cometa burradas, ¿Qué tal, he?
Por poco se me olvida mencionar que la mayor parte de los accidentes de transito, sobre todo en los que hay heridos y muertos, son por causa de conducir en estado de ebriedad, siendo los jóvenes los más adictos a esta práctica temeraria y mortal (entre 15 y 35 años, según las estadísticas y los estudios sobre el tema).
Hay un anuncio en la televisión que me estremeció (y que me estremece cada que lo veo) cuando acaparó la atención de mis ojos en la pantalla adictiva: La escena comienza con un cuate al que le calculo una edad entre los 35 y cuarenta años, quien despierta y, desde el principio hasta el final del día, se carga una cara de tristeza y pesadumbre, que no puede con ella. Junto a él, desde que se levanta de la cama, esta una niñita de unos cuatro o cinco años, que lo sigue al baño, a desayunar, al trabajo, de regreso a casa, a cenar, a la cama a dormir, a todo lugar, y nunca se despega de su lado. Al aproximarse el final del comercial, gracias al narrador del video, te das cuenta de que la niñita murió en un accidente automovilístico por causa de este cuate al que sigue, y del alcohol que traía él en las venas. La imagen de la niñita no es más que el fantasma que él mismo, debido a la culpa que siente, creo con el recuerdo de su imprudencia con ayuda de su consciencia, el peor de los jueces, el que nunca nos suelta. Impactante ¿Verdad?
Si les contara por lo menos la mitad de las anécdotas desagradables que he sufrido al volante, no terminaría nunca. Y todavía algunos se ofenden con la teoría evolutiva de Darwin, que menciona que descendemos del mono; ¿Qué les pasa? Si los monos deberían, en muchos casos, de ser los ofendidos.
Para aquellos que piensan que esto de ser cafre al volante es una característica de este perturbado y perdido Siglo XXI, aquí va un poema de un escritor controversial, pero muy leído, sobre todo por mostrar los grandes defectos que adolecemos los seres humanos. Y recuerden que, cuando vamos al volante de un vehículo, también tenemos en nuestras manos una poderosa arma, que es letal tanto para los demás como para nosotros mismos; además, los buenos modales (los refiero sin el afán de rozar la santurronería) se demuestran en todo momento, no nada más cuando estamos fuera de la armadura de metal rodante.
Va el poema.

Manejando a través del infierno

La gente está exhausta, infeliz y frustrada, la gente es

amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa,

la gente es iracunda y mediocre

y yo manejo entre ellos en la autopista y ellos

proyectan lo que les han dejado de sí mismos

en su manera de manejar.

Algunos más odiosos, algunos más disimulados

que otros.

A algunos no les gusta que los pasen, e intentan

evitar que otros los hagan.

Algunos intentan bloquear los cambios de carril.

Algunos odian los autos más nuevos, más caros.

Otros en esos autos odian los autos más viejos.
La autopista es un circo de emociones

chiquitas y baratas, es

la humanidad en movimiento, la mayoría

viniendo de un lugar que

odia y yendo a otro lugar que odia todavía

más.

Las autopistas nos enseñan en qué

nos hemos convertido y

muchos de los choques y muertes son la colisión

entre seres incompletos, entre vidas penosas

y dementes.
Cuando manejo por las autopistas veo el alma de

mi ciudad y es fea, fea, fea: los vivos han

estrangulado

su corazón.

Charles Bukowski

Mi más sincero agradecimiento, un beso y un abrazo a Teresa, en cuyo espacio virtual, Destierro Voluntario (http://www.destierro-voluntario.blogspot.com/), fue donde leí por primera vez este poema de Charles Bukowski. Muchas gracias Teresa por proporcionarme el texto completo.

domingo, 16 de agosto de 2009

Mientras gane mi equipo favorito, lo demás me vale madre


Se gastó, y se sigue y seguirá gastando, una millonada en el mentado nuevo estadio de fútbol para nuestro equipo local de primera división, El Santos Laguna. Claro, mientras la pobreza en La Comarca Lagunera, y en el resto de México, sigue creciendo a pasos agigantados y sin piedad, sin piedad de gobierno alguno, al nivel que sea, y sin piedad de los avaros empresarios que, antes de invertir más o soportar la embestida de la crisis con su planta laboral completa, prefieren recortar personal y así tratar de conservar sus utilidades.
Lo peor de todo es que nos vale madre a todos los laguneros y mexicanos, mientras El Santos gane y llegue a la final y además estrene estadio, que el mundo ruede; mientras la Selección Mexicana también gane y, como al parecer ya hizo, asegure su pase al Mundial de África, que los jodidos -aunque yo esté dentro de ellos- se las arreglen solos (como generalmente hacen) y si no, pues que se mueran de hambre, ni modo, así es la vida de cabrona, que le podemos hacer, solo sobreviven los más fuertes, los empresarios de abolengo, los que cuentan con un trabajo de burócrata, los que tienen un compadre poderoso o una palanca que los acomode en un buen trabajo, los que tienen familiares maestros que puedan recomendarlos en el magisterio o heredarles la plaza, los demás sufrirán el destino que Darwin conjeturo para las especies más débiles: el de sucumbir.
Dos notas de La Opinión Milenio aparecidas la semana pasada, ambas de Jaime Muñoz Vargas en su columna Ruta Norte, despertaron mi rabia e indignación: una de ellas, con el título Más pobreza para los pobres, menciona -a su vez- otra nota en el mismo diario, cuyo contenido figura alrededor de la noticia de que “El Parque de Las Etnias cierra por falta de recursos”. Pero bueno, que chingados nos importa a los laguneros que cierre ese pulmón que tanto necesita la ciudad, si como menciono, El Santos ganó hoy 3-2 ante el Cruz Azul y falta poco para que los verdiblancos estrenen casa nueva; aunque yo sea un jodido, y mi ciudad cada vez esté más jodida, vistiendo la camiseta del Club Santos Laguna, lo demás me vale madre. Total, que cierren el Parque Las Etnias, sirve que por fin dan libertad a los pinches patos que tienen allí, y que seguro están allí contra su voluntad. En la otra nota, encabezada como Negocio de la patada, me parece muy acertado el comentario que hace Jaime, cuando menciona que Es innegable: antes que la cocaína, que el alcohol, que las religiones o que lo que sea, el fútbol es la droga más poderosa en el planeta entero. Muy cierto, tanto que los grandes empresarios, y dueños de las televisoras más poderosas, se disputan la transmisión de los partidos importantes de este deporte, a costa de negociaciones millonarias; que importa que los pobres y jodidos, mientras vean el fútbol, se mueran de hambre y les cierren los pocos parques públicos con que cuentan para pasear con la familia. Repito, los diferentes niveles de gobierno tienen la misma podrida mentalidad. Y lo peor de todo: A nosotros también nos vale madre.

viernes, 14 de agosto de 2009

El ingenio del mexicano


Algo que siempre me ha asombrado, y que en verdad admiro de nosotros los mexicanos, es nuestra capacidad para -aunque solo sea por momentos cortos, o algo largos como en los reventones- acudir a nuestro ingenio, imaginación e inteligencia para, a su vez, hacernos la vida lo más amena, feliz y agradable, tanto como nuestra capacidad nos permita, y en eso nos pintamos solos. Desde muy temprana edad circula por mi mente la idea de que si orientáramos hacia cuestiones más provechosas los grandes dotes que utilizamos para el esparcimiento y para la diversión, seriamos tan o más productivos y exitosos que los chinos, o incluso que los mismos japoneses, y sin necesidad de matarnos 16 horas diarias como los habitantes del país cuya bandera nacional es un rectángulo blanco con un círculo rojo de tamaño mediano plasmado en el centro.
Con crisis o sin crisis, no se de donde, pero si se aproxima el cumpleaños de alguno de nuestros hijos, o llegó el momento de bautizar al bebé de la casa, o ya deseamos casarnos, o queremos celebrar el grito del 15 de septiembre como Dios manda que hagamos los que nos sentimos muy mexicanos, o si tenemos en mente hacer una carne asada con los familiares y amigos cercanos acompañada de unos cartones de cerveza, o anhelamos que no pase desapercibido el día de las madres para la sacrosanta mujer que nos dio la vida, y para tantas y tantas cosas y eventos diversos, conseguimos dinero, ya sea prestado, ya sea a través del empeño de alguna de nuestras pertenencias, pero no dejamos escapar la ocasión de pasarla súper bien, de pasarla chingón, dirá la raza.
Dentro de nuestro acervo cultural, folclórico y popular, no pueden faltar los chistes, esos cuentos cortos y chuscos que engrasan los pistones de la vida de todos aquellos a quienes nos tocó nacer y vivir en esta gran nación, que sería otra si no nos dejáramos de las barbaridades que hacen nuestros gobernantes y si nos interesáramos más por elegirlos mejor.
¿Quién no ha escuchado los chistes de Pepito y no se ha reído a carcajadas del ingenio para la travesura del mocoso más famoso de los cascarrillos? ¿Quién no ha reído a más no poder con los chistes del mexicano que siempre, y a pesar de las carencias que sufre, se friega a los extranjeros, sobre todo a los gringos?
Hoy llegaron a mi correo electrónico dos buenos chistes que quiero compartir con todo aquel que lee las ocurrencias y pensamientos que me rondan insistentemente en la cabeza y que escribo en mi humilde espacio virtual. Antes de que pasen su vista por ellos, debo advertirles que son algo peladones, y si no se está acostumbrado a este tipo de humor jocoso, puede herir algunas susceptibilidades. Espero que se rían tanto como yo con estos cuentos de un ingenio anónimo, pero eficaz para despertar las carcajadas que tanto recomiendan los profesionales de la salud mental contra el estrés. Van pues, y recuerden que advertidos están de su tono colorado.

GAYS DE COLORES


Un camionero va por la carretera y a lo lejos ve un hombre vestido entero de rojo, el camionero se va acercando hacia él y este que no se quita, le echa las luces y nada, el tipo ni se mueve, así que el camionero pega un frenon y queda a un metro del hombre, baja del camión y el hombre de rojo le dice:

-Soy el homosexual de rojo, ¿Te gustaría darme un beso?

El camionero se le queda mirando y le dice:


- Pero ¿eres pendejo o qué? ¿No ves que casi te atropello?

El camionero sube al camión y sigue por la misma ruta, cuando a lo lejos vuelve a ver a otro hombre vestido totalmente de morado y también parado en medio de la carretera. Otra vez empieza a echar las luces, y este tampoco se quita. El camionero vuelve a frenar bruscamente, baja del camión y el hombre de morado le dice:

- Soy el gay violeta ¿Te gustaría hacerme tuyo?

El camionero le dice:

-Pero ¿será posible con los pinches maricones? ¿No ves que casi te atropello? ¿Eres pendejo o qué? ¡Quítate de aquí!

El camionero, una vez más sube al camión y sigue su camino, cuando a lo lejos vuelve a ver otro hombre, ahora de azul. Y otra vez las luces y nada, no se quita, pega una nueva frenada, se queda a medio metro del tipo, baja del camión mas emputado y le dice:

-¡A ver, pinche putito de azul! ¿Y tu Qué chingados quieres?

Y el tipo contesta:

-Para empezar, tu licencia, tu tarjeta y tu aseguranza... ¡hijo de tu puta madre, mas respeto para la Policía Federal!!

INFIDELIDAD

Un tipo está en la fila de la caja del Wal-Mart cuando una rubia escultural lo saluda agitando la mano, y le lanza una de aquellas sonrisas estremecedoras...

El tipo mira hacia los lados, hasta que se convence que es con él. Decidido, deja la fila y se acerca a la bella mujer, y suavemente le dice:

-Disculpe hermosa mujer... ¿será que nos conocemos?

Ella le responde con una sonrisa encantadora:

-Pues... tal vez yo esté equivocada, pero me parece que usted es el padre de uno de mis niños!!!

El tipo se queda boquiabierto, mientras su memoria trabaja a una pinche velocidad en infinitum, intentando recordar los detalles de la UNICA vez que le fue infiel a su esposa, Y extrañado le dice:

-Ohh...!!! no me diga que usted es aquella stripper que en la despedida de soltero de mi amigo… me eché encima de la mesa de billar, en medio de aquella tremenda orgía, completamente borracho, mientras una de sus amigas me flagelaba jalándome los huevos y pasándome un pinche pepino por las nalgas...!?!

-Bueno... no exactamente caballero!!!- responde ella, visiblemente avergonzada:

-Yo soy la nueva maestra de kinder de su hijo............................


¿Así? O más pendejo!!!