jueves, 26 de marzo de 2009

¿Es la crisis económica un efecto de la paranoia colectiva?


Es inevitable escribir sobre la crisis económica porque, se quiera o no, ha afectado todos los ámbitos del mundo y de nuestro país, incluyendo a la cultura.
A principios de año se dio a conocer a los medios de comunicación que el Festival Lerdantino, ahora conocido (y de una forma un poco mas adecuada, porque no se como fue que se les ocurrió llamarlo "Lerdantino") como Feria Internacional de la Cultura y las Artes de Ciudad Lerdo, va a ser podado en su presupuesto debido a la crisis económica y a la inseguridad de la ciudad anfitriona. El recorte, según especificaron, servirá para el rubro de seguridad; esperemos que así sea, si no, la asistencia va a ser poca o casi nula.
Ya que estamos comentando el evento, me extenderé un poco en su promoción. Esta quinta edición del festival contará con la presencia de 450 artistas, entre locales y nacionales; además se desarrollarán cerca de 126 eventos, entre el 26 de abril y el 3 de mayo entrantes, según la nota que aparece hoy en la sección de cultura de El Siglo de Torreón. El país invitado este año será España; y en el ámbito nacional, como Estado invitado, estará Nuevo León. Como plato fuerte, además de algunos artistas conocidos que se manejarán como sorpresa, se presentará la actriz y cantante coahuilense Susana Zavaleta. Todo esto lo dio a conocer Othón Reuters Ramírez, coordinador del evento. Los organizadores "Lerdantinos" preparan estrategias para poder salir adelante y superar cuestiones que pueden ensombrecer -y hasta oscurecer- el festival, como son, precisamente, la inseguridad y la crisis económica. Esperemos que todo salga bien.
Retomando la crisis económica, es importante que nos preguntemos si en verdad se debe al cien por ciento (algo que dudo mucho) a las economías en declive de los países mas avanzados del mundo -teniendo como protagonista principal a Estados Unidos y no muy lejos a los integrantes de la Unión Europea- o se trata en igual medida a la paranoia creada por los medios de comunicación y sus notas amarillistas y extremas del asunto.
El empresario dice: estamos en tiempos difíciles, mejor será bajar la producción y hacer recorte de personal. Las personas piensan: estamos en crisis, me voy a esperar para comprar el coche, o los muebles, o la casa, o la ropa... que tenía pensado adquirir; primero vamos a ver como pinta la cosa. Y así, en México y en todo el mundo -y en todos los niveles- se crea el temor y la paranoia de la crisis económica, provocando que esta se agudice cuando la realidad pudo haber sido que solo se trataba de una crisis financiera en el país (o tal vez debiera decir "el imperio") que se propone conquistar al mundo en forma literal comenzando por las naciones del medio oriente.
No deseo proponer soluciones basadas en la superación personal barata que tratan de vender autores de ínfima calidad literaria, trato de hacerles ver que sería bueno que todos nos propusiéramos luchar, en vez de hundirnos en el desfiladero del miedo, para intentar seguir adelante con nuestra vida normal y, entre todo, no promover ni expandir la crisis para que su virus muera lo mas pronto posible, ayudados todos por las acciones tomadas dentro de los gobiernos de todos los países del orbe. Se que esto es difícil, sumamente difícil; mas aun cuando alguien ha perdido su empleo y no consigue otro, pero no perdemos nada con intentarlo. Lucha, no claudiques.
Termino este post con unas lineas que le han adjudicado al Premio Nobel de Física 1921, el gran físico y científico alemán, nacionalizado suizo y después estadounidense, Albert Einstein:

"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a si mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta mas a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El problema de las personas y de los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

Albert Einstein

miércoles, 18 de marzo de 2009

Gandhi llega mañana a Torreón


No, no se espanten. No se trata del líder religioso hindú mas famoso de la historia, que en todo caso, si me refiriera a él, serian sus restos mortales o -yendo a lo fantástico- cuando mucho su fantasma; y no estaría mal su visita en esta comarca invadida por la violencia y la inseguridad que imperan en todo el país. Pero no, reitero: no se trata de él.
Aunque este blog no fue creado con fines lucrativos (ya me lo estoy pensando mas en serio, quizá me atreva a incluir algo de publicidad que me ayude a sortear esta crisis) hoy deseo hacerlos participes de mi emoción, la cual fue provocada debido a un correo electrónico que recibí el día de hoy donde me informan que mañana, a partir de las 10 am, abre sus puertas la primera Librería Gandhi en la Comarca Lagunera; y sí, su sede en esta parte de la provincia norteña será aquí, en Torreón.
Librerías Gandhi (http://www.gandhi.com.mx/), es una de las cadenas mas grandes a nivel nacional en cuanto a libros, cd´s y videos se refiere. Ahora, se preguntarán ustedes ¿Porque tanto alboroto y alegría por una librería mas? Interrogante justa; trataré de contagiarles mi entusiasmo con mis razones para ello.
Hace años, como he comentado en posts anteriores, yo asistía a un taller de literatura en el Icocult Laguna. En este tipo de espacios conoce uno a los autores obligados, no por imposición, sino por placer y estudio de sus formas literarias. Entre estos autores se encuentran Mario Vargas Llosa y Ernesto Sábato. En el taller nos pidieron que consiguiéramos La Casa Verde, del autor peruano; y La Resistencia, del autor argentino. Se que en la época en que vivimos -absorbidos, arrastrados y explotados por la globalización del capitalismo rapaz- tal vez no me crean lo que voy a afirmar, pero es cierto: A finales del año 2006 y principios del 2007 me fue imposible encontrar estos dos libros aquí en la Comarca Lagunera. Para hacerme de uno de ellos (La Resistencia) aproveché un viaje que hice a la ciudad de Monterrey, Nuevo León. ¿Y en que librería creen que lo encontré? ¡Claro! en Gandhi. La Casa Verde me la trajeron de la ciudad de México unas amistades que tuvieron que ir para chilangolandia por motivos de negocios. Bueno, pues además de que Gandhi maneja hasta los libros mas dificiles de encontrar en esta parte del mundo, también tiene muy, pero muy buenos precios, por lo menos te ahorras entre un 20 y un 30% del valor en cada libro, y en algunos hasta un poco mas.
Es por todo esto que me da mucha emoción, y hasta salté de gusto, al enterarme de que por fin llega Gandhi a Torreón, una librería a la altura de esta región.

lunes, 9 de marzo de 2009

Stephen King, el arte de escribir bestsellers


Existen intelectuales y pseudointelectuales (de los cuales conozco muchos) que dicen odiar los bestsellers; su afirmación es contradictoria. Rechazan -según ellos- los super ventas, pero admiran a escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti y otros tantos mas genios y figuras de la literatura; y no solo eso, algunos aseguran que poseen todos los libros de uno, dos o más de estos escritores. Lo que ocurre es que estos engreídos tipos, que deben su orgullo a lo mucho que han leído sin a veces siquiera tener un relato decente y publicado, se hacen tontos; los tres escritores latinoamericanos que menciono tienen en su haber varios libros -si no es que todos- que son bestsellers.
Esta introducción se debe a que hoy abordaré como tema la reseña de Mientras escribo, de Stephen King. Recomiendo este libro a toda aquella persona a quien no lo deje en paz el gusanito del deseo de ser escritor; también a todos los que tengan curiosidad por saber que hay detrás de alguien como King, cuyos libros se han vendido -y se siguen vendiendo- por millones, además de conocer como se forma un escritor.
Mientras escribo consta de dos partes: La primera de ellas es la autobiografía del amo del terror norteamericano; y la segunda es practicamente un manual para el aspirante a escritor. A pesar del contenido del libro, que parece ser aburrido, este es bastante divertido y ameno. King cuenta su vida desde una edad muy temprana, nos refiere los sucesos que influyeron en él para que tomara el camino de la literatura; y nos hace participes de sus vivencias (buenas, malas y catastróficas) como la emoción que le provocó el aviso de aceptación para la publicación de su primer novela, Carrie. A la vez confiesa como, sin darse cuenta, se vio atrapado por la adicción a las drogas; situación que logró superar gracias al amor que le demostraron en los momentos mas dificiles su familia y sus amigos.
King narra sus inicios como escritor a muy temprana edad. Es sorprendente saber que los relatos cortos que escribía entonces, los enviaba a las diferentes revistas literarias americanas de su época. En una de las primeras treinta paginas de su biografía comenta:
"Cuando tuve catorce años (y me afeitaba dos veces por semana, hiciera o no falta), el clavo de mi pared ya no aguantaba el peso de todas las notas de devolución que había ido acumulando. Lo sustituí por uno mas largo y seguí escribiendo. A los dieciséis ya había recibido algunas notas con mensajes a mano un poco mas alentadores que el consejo de no grapar y usar clips. La primera de las notas esperanzadoras era de Algis Budrys al sazón director de Fantasy and Science Fiction, que leyó un cuento mio titulado La noche del tigre [...] y escribió: El cuento es bueno. No está en nuestra línea, pero es bueno. Tiene usted talento. Envíenos mas cosas.
Solo eran cuatro frases cortas garabateadas con una pluma que manchaba mucho, pero alegraron el triste invierno de mis dieciseis años."
Conforme se avanza en la lectura del libro, se da uno cuenta de que también los escritores comerciales como King están comprometidos con la literatura y tienen una formación con bases solidas; una de estas bases son las referencias que King cita sobre las obras de escritores como Cervantes (en la edición en ingles), Joyce, Hemingway, Faulkner, Updike, Edgar Allan Poe, entre otros grandes de las letras.
La segunda parte libro, que trata sobre técnicas y consejos sobre el oficio de escribir, se divide a su vez en cuatro secciones: Herramientas, Escribir, Posdata y Coletilla, segunda parte: Una lista de libros. Aquí se trata de un par de remos para tu canoa si ya te embarcaste en la apasionante aventura de escribir.
Al igual que sus novelas y sus libros de cuentos, King atrapa con su tremenda forma de narrar y de enseñar, precisamente, el arte de narrar. Mientras escribo es uno de esos libros que no solo resultan absorventes, sino que además es del tipo de los cuales uno aprende mucho.
Los dejo con dos comentarios de Stephen King sobre el oficio de escribir que encontraran en el libro.
"El acto de escribir puede abordarse con nerviosismo, entusiasmo, esperanza y hasta desesperación (cuando intuyes que no podrás poner por escrito todo lo que tienes en la cabeza y el corazón). [...] Todo es lícito mientras no se tome a la ligera. Repito: no hay que abordar la pagina en blanco a la ligera."
"Si quieres ser escritor, lo primero es hacer dos cosas: leer mucho y escribir mucho. No conozco ninguna manera de saltárselas. No he visto ningún atajo."

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Un cuarto de siglo sin Cortázar?


El día 12 de febrero de este año se cumplieron 25 años del fallecimiento de Julio Cortázar, escritor emblemático e innovador, paisano de Borges y enamorado de La Ciudad Luz, donde hasta la fecha descansan sus restos en el cementerio de Montparnasse.

¿Un cuarto de siglo sin Cortázar? Por supuesto que no, Cortázar aun vive, y sigue con nosostros a través de su obra literaria.

Y como no hay mejor forma de recordar y mantener vigente a un escritor que leyéndolo, reproduzco aquí uno de sus textos de instrucciones (muchos los consideran también cuentos, a falta de una clasificación mas certera) y uno de sus microrelatos. Si el espacio lo permitiera transcribiría completa su obra cumbre, la interminable Rayuela; pero me conformo con leerla y releerla cada vez que la nostalgia me abraza.

He aquí los dos textos de Julio.


Instrucciones para llorar


Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.


Historia verídica


A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.