jueves, 19 de febrero de 2009

Coral para Enriqueta Ochoa


Desde hace tiempo que la espinita de la inquietud, esa que nos acaricia con la inspiración y nos lastima con el aviso de que no hemos hecho lo que es importante para nosotros, me pedía que escribiera algo sobre un libro que, aunque pequeño en formato, es gigante entre sus paginas: Coral para Enriqueta Ochoa.
Esta publicación corrió a cargo de Jaime Muñoz Vargas en conjunción con el Icocult Laguna. Se trata de textos y poemas de autores laguneros o que residen en La Laguna, quienes fueron convocados por Jaime para rendir un homenaje escrito a esta gran poetisa mexicana y orgullosamente originaria de Torreón Coahuila.
La respuesta al llamado no se hizo esperar y escritores como Angélica López Gándara, Antonio Álvarez Mesta, Édgar Salinas Uribe, Enrique Sada, Frino, Julio César Félix, Luis Azpe Pico, Vicente Alfonso, Jorge Valdés Díaz-Vélez, entre otros mas, propiciarón la lluvia de letras para demostrar su admiración por la obra de Doña Enriqueta; claro, sin faltar el maestro Saúl Rosales.
En incontables ocasiones he escuchado que los escritores, al menos los buenos, siempre deben estar comprometidos con la sociedad y la cultura para que estas convivan, además de buscar ayudar lo mas que sea posible al desarrollo de ambas. Esta misión esta profunda, presente y activa en Jaime Muñoz Vargas, que además de ser el culpable de este merecido homenaje, prologa en forma magnánima la edición. Por si esto fuera poco, el libro se repartió en forma gratuita entre los asistentes a la presentación del mismo que se llevó a cabo la noche del día 27 de enero del presente año.
Una felicitación muy grande y un fuerte abrazo a todos los escritores que participaron con su granito de arena para poder recordar y dar a conocer mas a Doña Enriqueta Ochoa y su seductora poesía. Pero sobre todo un en hora buena, además de la gran felicitación y el abrazote, a Jaime Muñoz Vargas por esta enorme labor, así como a la Lic. Laura Eraña Díaz Rivera por el apoyo al proyecto de Jaime, quien es un muy, pero muy buen escritor; porque "honor a quien honor merece", por su calidad como persona, como periodista y narrador y por su admiración por los buenos literatos.