lunes, 14 de febrero de 2011

Revistas literarias



Las revistas literarias son parte del oxigeno que necesita la vida creativa de una región inundada por el interés en las letras y las humanidades cómo lo es la Comarca Lagunera. Es muy intensa la frustración que se experimenta cuando uno lleva un buen tiempo escribiendo y las cuartillas pergeñadas no pasan de ser un archivo digital en la PC o en la Laptop dentro de la carpeta de “mis documentos”, o a lo más una impresión en hojas de máquina sin el logro de la publicación. Los blogs de cierta forma llegaron para que cualquier persona aficionada a escribir pueda subir los textos tecleados a su espacio personal de Internet dándolos a conocer de forma global. Pero el blog no apacigua, y mucho menos fulmina, el deseo de ver publicadas las cuartillas producidas en alguna revista, en algún libro. Es aquí donde las revistas literarias fungen de madera sobre las profundas e interminables aguas de la desesperanza que por lo común golpean a los noveles escritores.
Han sido varias las revistas literarias que han emergido en La Laguna, pero sólo dos subsisten hasta hoy: Estepa del Nazas y Acequias; la primera publicada por el patronato del Teatro Isauro Martínez, y la segunda por la Universidad Iberoamericana Plantel Laguna. Desgraciadamente, tanto Estepa… cómo Acequias han padecido los jodazos de la endeble economía que no logra despuntar, que aun no se recupera de la caída libre hacia el abismo que sufrió en el 2009. Estepa… padeció un largo período de receso en cuanto a su publicación, donde el argumento fue la falta de presupuesto. Acequias, a pesar no de no sufrir un período de espera similar desde su nacimiento a la fecha, en su último número, el 54, dejó de publicarse en papel y sólo apareció en su versión virtual de Internet; supongo que el alegato fue el mismo: la falta de marmaja. La esperanza de que Acequias vuelva a su lujoso papel (ya con que vuelva al papel es ganancia, aunque no sea tan lujoso) recae en Julio César Félix, el timonel, que desde la presentación del último número en diciembre pasado, no ha dejado de chambear duro y tupido para que Acequias pueda de nueva cuenta hojearse y leerse en su formato habitual. Esperemos que Julio corra con suerte en su cruzada por que así sea.
Desde mis comienzos cómo escribidor mi imaginación vislumbró la posibilidad de que Estepa... o Acequias, incluso ambas, publicaran algo mío dado que las dos revistas acogían ensayos, poemas, cuentos, anticipos de novelas, artículos y reseñas de escritores regionales, tanto de aquellos que comenzaban cómo de los que ya habían logrado destacar. Entre ellos se encontraban, y de pronto aun se encuentran, Jaime Muñoz Vargas, Vicente Alfonso, el maestro Saúl Rosales, Carlos Velázquez, Julio César Félix, Daniel Herrera, Angélica López Gándara, Daniel Maldonado y muchos otros más. Así que me armé de valor y allá por mediados de 2008 comencé a probar suerte con mis escritos y envíe -vía correo electrónico- un cuento a Estepa…, y a principios de 2009 mandé lo que consideré un artículo a Acequias. Ninguno de los dos textos que empuje hacia la aventura fue publicado. Cómo es común con estas experiencias, me deprimí perdiendo un poco la moral, pero aun con todo no dejé de escribir. El año pasado fue bastante gratificante para mí, ya que Acequias, en su número 52, publicó mi reseña “La leyenda de Jaime Muñoz Vargas” que escribí sobre Leyenda Morgan, libro de relatos detectivescos del también autor de Parábola del moribundo. La misma Acequias, en su edición más reciente, publicó un artículo que escribí hace tiempo: “Nuestra aportación al caos”. Por parte de Estepa…, en su nueva edición, la que pronto saldrá de las prensas, aparecerá otra reseña de mi autoría que también escribí hace tiempo sobre Las manos del tahúr, otro libro de cuentos de Jaime, y que titulé “Jaime Muñoz Vargas, un tahúr profesional de las letras”. Además de esta reseña, Estepa… tiene en su cava, para un próximo número, mi ensayo “La monja atea”, que tecleé el año pasado sobre el tema de la esperanza contenido en el soneto “Verde embeleso”, de Sor Juana Inés de la Cruz. A excepción de “La leyenda de Jaime Muñoz Vargas”, reseña que subí cómo post al blog el año pasado, y “Nuestra aportación al caos”, artículo ya publicado por Acequias, el ensayo sobre los versos de “La décima musa” lo publicaré en el blog, si no es que desespero y lo hago antes, en cuanto salga al público la edición de Estepa… que lo abrazará entre sus páginas. Ojalá que las próximas dos Estepas no demoren en llegar a nosotros.
Acequias, en su edición 54, puede leerse a través de dos enlaces: http://sitio.lag.uia.mx/acequias/acequias54/Contenidorevistaacequias54.html y http://issuu.com/iberotorreon/docs/acequias54
Aquí, bajo este post, les dejo el artículo “Nuestra aportación al caos”.

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