martes, 23 de junio de 2009

Los pros y los contras del abigarrado D.F.


Desde que tengo uso de razón nace en mí algo de temor, algo de pánico, algo de ansiedad y muchísimo estrés cada vez que oigo hablar del Distrito Federal o, peor aun, cuando lo visito. Todos estos malestares se deben gracias a la sugestión que mis padres implantaron en mi subconsciente desde que era yo muy chico; ellos siempre mencionaban en nuestras pláticas familiares lo violento y peligroso de la Capital. Los diálogos discurrían más o menos así: "-¿Que crees Pilar? Me llamó Graciela (una tía que tiene viviendo cuarenta años en chilangolandia) y me platicó que asaltaron a Mario chiquillo (mi primo), y no conformes con quitarle hasta los tenis que traía puestos, lo golpearon tan feo...que por poco lo tienen que internar en el hospital; parece que le quebraron la nariz". Si supiste que hace poco siguieron a su esposa y, cuando iba bajando de su carro, la volvieron a subir unos viejos a punta de pistola, pero a los asientos de atrás y se la llevaron lejos. Pues a la pobre le quitaron el carro, su bolsa y todo lo que llevaba de valor encima: sus aretes, su cadena, el reloj y sus anillos...ah, parece que también una esclava. Lo bueno fue que no la violaron, ella misma le dijo a Mario y a Graciela que no le hicieron nada. Que bueno, porque lo material como quiera, pero imaginate que hubieran abusado de ella o que hasta la hubieran matado. Ay no, que feo, ellos porque ya están acostumbrados, pero yo no podría vivir allá.-"
A este tipo de conversaciones, telefónicas y personales -que yo escuchaba-, sumenle además las noticias nocturnas donde violaciones, muerte con violencia, plantones, secuestros, accidentes catastróficos y demás notas similares inundan los espacios informativos. Útimamente he tenido la impresión de que si te acercas demasiado a tu televisor te puede salpicar de sangre.
Ahora, para ser francos, la violencia y la inseguridad rebasaron -desde hace mucho tiempo- la Capital Mexicana para extenderse por todo el país. Me da una rabia y una impotencia tremendas el pensar que puede uno morir en cualquier salida a la calle, al igual que tantos inocentes que han perecido con los famosos ajustes de cuentas del crimen organizado, o en la resistencia a un asalto a mano armada.
Pero bueno, eso es solo una parte de la realidad que a diario vivimos todos los mexicanos, porque también hay cosas buenas. Creo firmemente que pasan más cosas buenas que malas, no solo en México, si no en todo el mundo, pero si no tienen sangre -o no son escandalosas- no son noticias...de raiting.
Algo que nadie puede negar del D.F. es que es el centro cultural del país. Los grandes artistas de todas las disciplinas del arte, confluyen tarde que temprano en la capirucha. Grandes eventos a favor de la población se dan en la ciudad que tiene como jefe de gobierno a Marcelo Ebrad. Uno de estos sucesos multitudinarios se va a llevar a cabo del día 24 de junio al 2 de julio en el Auditorio Nacional. Se trata -nada más, ni nada menos- de la Tercera Feria de Remate de libros, algo que muy difícilmente llegaremos a ver en nuestro polvoso entorno. En este evento van a participar 104 casas editoriales y más de 130 sellos (no sé a que se refieren con "sellos" en la noticia, imagino que a las subdivisiones de las editoriales). El lema es "Salva un libro, no dejes que lo destruyan", ya que se pondrán a la venta todos los libros que se pensaban destruir mediante el proceso de triturado (que poca, ¿No?). El año pasado, en este mismo evento, se vendieron un promedio de ¡700 mil libros! Solo espero que quienes los compraron los lean, y no los tengan nada más para adornar algún librero que da a su propietario la apariencia de ser culto e intelectual. Para este año se espera una asistencia de 100 mil personas durante los 10 días que durará la feria, que estará abierta desde las once de la mañana hasta las siete de la tarde.
Muy bien por el gobierno del D.F., por los responsables del Auditorio Nacional, por las casas editoriales que participarán y, sobre todo, por los mexicanos que se interesan por los libros desahuciados y condenados a muerte, en cuyos títulos -no lo dudo- podemos encontrar grandiosas obras.
Aquí están las lineas que aparecieron el día de ayer en las noticias que brotan al cerrar el correo electrónico.

iSe realizará la Tercera Feria de Remate de Libros!

Martes, 23 de Junio de 2009

Con la participación de 104 casas editoriales y más de 130 sellos, del 24 de junio al 2 de julio nuevamente el Auditorio Nacional será la sede de la Tercera Feria de Remate de Libros, como parte del Programa de Lectura Para leer en Libertad, organizada por Secretaría de Cultura del Distrito Federal.
En rueda de prensa, la directora ejecutiva del Auditorio Nacional, María Cristina Cepeda, celebró esta iniciativa y señaló que el sumarse por segundo año consecutivo a esta propuesta, representa una "inteligente, entusiasta e imaginativa" labor realizada por la dependencia del gobierno capitalino.
Añadió que con esta feria -cuyo lema es "Salva un libro, no dejas que lo destruyan"- se enriquecerá el acervo de los bibliófilos mexicanos, "quienes desde hace meses están pendientes de este rescate de obra, dedicadas al pensamiento, a la ficción y memoria".
Reiteró que ese auditorio se encuentra listo para que durante 10 días reciba a diversas casas editoriales, así como a quienes decidan sumarse a esta "fiesta de la palabra sobre el papel". Por su parte, la secretaria de Cultura del gobierno capitalino, Elena Cepeda de León, recordó que el año pasado se hizo la primera venta de público en este espacio cultural, con un gran éxito, tanto para las editoriales participantes, como para la propia institución a su cargo.
Reveló que a partir de esta edición, se institucionaliza le venta de remate de las publicaciones en el Auditorio Nacional. Según la funcionaria, en 2008 se registró una afluencia diaria de entre 10 mil y 15 mil visitantes, con cifra récord de 22 mil 258 personas, el 28 de junio.
En aquella ocasión participaron 85 sellos editoriales y se vendieron cerca de 700 mil libros; asimismo se espera que para este año la asistencia sea de 100 mil personas. De acuerdo con Cepeda de León, los libros que se tienen a la venta ya estaban destinados a la trituración y al desecho, pero como parte del Programa de Lectura Para leer en Libertad, se decidió mandarlos al Auditorio Nacional.
Se trata de títulos de los más diversos géneros que han pasado por ventas, rebajas y saldos y que finalmente iban a ser enviados a las bodegas de las editoriales para su trituración y desecho, ya que por disposiciones de ley no pueden ser donados o regalados, a menos que paguen un impuesto.
Por eso, los editores acordaron con la Secretaría de Cultura este Remate de Libros, porque si los ejemplares son almacenados, incluso tienen que pagar activos fiscales; de esta forma, llegan al público a precios bajos. La Tercera Feria de Remate de Libros estará abierta a partir de las 11 y hasta las 19 horas.

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